El alumnado de los Programas Formativos de Transición a la vida adulta despiden cada semana con el delantal puesto. A través de la actividad culinaria se facilita la adquisición de múltiples y variados aprendizajes de forma funcional, contextualizada y divertida.
La cocina en el Taller de Hogar es uno de los días más esperados. En el trascurso de la semana trabajan la receta a realizar y los viernes con entusiasmo se transforman en cocineros. Hoy se han convertido en “pizzeros”.
El alumnado elige los ingredientes, calcula las cantidades que se necesitan de cada producto, y el coste aproximado de cada pizza. Integran aspectos complejos, tales como la división, la multiplicación, las fracciones, la organización espacial, el tiempo y la estimación… Además es una actividad ideal para el aprendizaje en equipo, desarrollando valores como la empatía y la aceptación mutua.
A destacar cómo avanzan en el desarrollo de su autonomía personal, y en la asunción de capacidad, de ese “Soy Capaz”, que se convertirá en el motor de nuevos y numerosos aprendizajes.
Y por supuesto, después de cocinar, como premio… El sabor de sus logros. Una sabrosa pizza FPC ¡Bon profitto!